Principalmente hay que verlo desde el punto de vista de las empresas implicadas como una inversión en infraestructuras ante la potencial demanda de ancho de banda. Es decir aprovechando que ya se realiza una obra para soterrar cableado, por ejemplo redes de fibra, ya se deja instalada y sobredimensionada, sabiendo de antemano que parte no se va a utilizar, pero de esta forma evitan “levantar calles” ante un aumento de demanda de servicios de fibra.

También hay otras empresas como Red Eléctrica Española, que es la que actualmente tiene un mayor despliegue de fibra oscura, que a través de su filial Reintel ha aprovechado para la expansión infraestructuras ya existentes y de fácil instalación, como son la red de transporte eléctrico y la red ferroviaria entre otras. En el caso de Lyntia, segunda empresa con mayor extensión, lo hicieron a través de los gaseoductos de Naturgy.

¿A quién pertenece la fibra oscura?

Según los datos publicados por la CNMC en su informe anual 2020, el ranking de fibra oscura por empresas queda de la siguiente forma:

Fuente: CNMC, Informe Anual (CNMCData)

Este pasado lunes se daba a conocer que las aseguradoras Axa y Swiss Life se hacían con la fibra oscura de Lyntya, segunda empresa en el ranking, por unos 2.000 millones.

Usuarios (potenciales) de fibra oscura.

Reiterando lo dicho anteriormente, esta infraestructura está sobredimensionada para cubrir la potencial demanda de ancho de banda, por ello los propietarios pueden obtener beneficios económicos alquilando estas redes a otras compañías u operadores.

Conectar diferentes centros de trabajo con una conexión “punto a punto” de alta capacidad, puede ser muy beneficioso para grandes corporaciones como bancos, multinacionales, administraciones públicas, etc.